martes, 16 de septiembre de 2014

ENTRENAR POR TU CUENTA O CON UN ENTRENADOR PERSONAL


 El entrenamiento personal está en pleno auge. Tanto en Estados Unidos, como en Europa, cada vez hay más personas concienciadas de la importancia de contar con un profesional formado que valore, planifique y supervise el ejercicio físico.

Las Ciencias del Deporte son relativamente jóvenes respecto a otras Ciencias de más peso histórico como puede ser la Medicina. Por ello, pocas son las personas que reconocen el papel del entrenador personal como un profesional imprescindible en el asesoramiento y en la planificación del ejercicio.

Sin embargo las evidencias son claras, el ejercicio es medicina; según argumenta el American College of Sports Medicine (ACSM, 2011), ya que actúa como cualquier fármaco (Vina et al., 2012) en el que hay una relación entre la dosis y la respuesta, con posibles efectos secundarios.
El ejercicio físico se debe prescribir de forma minuciosa. Hay muchas variables a tener en cuenta que van a afectar la respuesta neuromuscular, metabólica, hormonal, etc. Ya que prácticamente todo el organismo va a verse condicionado por la dosis aplicada de ejercicio. No debemos olvidar que el ejercicio presenta una serie de efectos secundarios, como las lesiones musculo-esqueléticas y el infarto del miocardio.

Por tanto, un entrenador personal cualificado es imprescindible para alcanzar mejoras en el organismo de forma segura y eficaz. Un entrenamiento personalizado se adapta a las necesidades y preferencias individuales, generando mayor pérdida de grasa (Byrne et al., 2006), mayor ganancia de masa muscular(Mazetti et al., 2000; Storer et al., 2014), mayor ganancia de fuerza (Coutts et al., 2004; Maloof et al., 2000; Mazetti et al., 2000; Ratamess et al., 2006; Storer et al., 2014), mayor ganancia de potencia (Storer et al., 2014) y mayor ganancia de capacidad cardiorrespiratoria (Storer et al., 2014), en comparación con entrenamientos no supervisados.
Además de todo ello, se ha demostrado en varios estudios que con entrenador personal se aumenta la adherencia al ejercicio (Faulkner et al., 2010, 2014; McClaran, 2002) y que los resultados son mayores(Storer et al., 2014).
La tabla 1 que se presenta a continuación recopila todos los estudios hasta ahora publicados (en revistas científicas de impacto internacional) sobre el efecto de entrenar con entrenamiento personalizado.
Es curioso destacar que en realidad hay muy pocos estudios científicos realizados sobre esta temática. Es probable que la obviedad de los resultados esperados en este tipo de estudios sea un factor clave.

En PTM (Personal Trainer Mallorca) queremos acercar el entrenamiento personal a todos. Nuestro objetivo es que se valore la figura del profesional cualificado que planifica y supervisa el ejercicio físico. Queremos que se sepa que hay mucha Ciencia detrás del deporte y que es muy importante estar al día de los últimos avances científicos.
Aún queda un largo camino por recorrer ya que la profesión del entrenamiento personal está totalmente desregularizada. Cualquier persona puede autoproclamarse entrenador personal de la noche a la mañana, sin ninguna formación que acredite que posee unos conocimientos y competencias suficientes. Nosotros partimos de la base, de que para ser un buen profesional de esta especialidad, debes poseer unos conocimientos y unas competencias básicas imprescindibles, que solamente vas a poder adquirir durante el transcurso de una carrera universitaria (INEF o CCAFyD). 

Intentamos también concienciar que lo más importante del entrenamiento personal es el valor del conocimiento del entrenador, y por ello, su apariencia física no debe ser lo más relevante. En Estados Unidos, y probablemente en España también, el motivo principal a la hora de escoger entrenador personal es la apariencia física (Melton et al., 2008).
Un entrenador personal no tiene por qué estar “cachas” para saber prescribir entrenamiento de hipertrofia. Aunque siempre sea preferible predicar con el ejemplo, esta apariencia física no debe prevalecer sobre el conocimiento y las competencias técnicas y sociales.
Tabla 1. Estudios científicos publicados en revistas de impacto internacional sobre el efecto del entrenamiento personal
Estudio
Muestra
Programa de intervención
Resultados
Conclusiones
Byrne et al. (2006)
74 hombres y mujeres con sobrepeso u obesos.38 ± 5 años.
32 semanas de entrenamientoG1: entrenamiento con programa personalizado mediante pulsómetro (control y seguimiento del gasto energético diario) + consejos generalesG2: consejos generales estándar
G1 pierde más peso, más grasa y más perímetro de cintura que G2.Medido con DEXA. 
Con entrenador personal se adelgaza más.
Coutts et al. (2004)
42 jugadores jóvenes de rugby.17 ± 1 año.
12 semanas de entrenamiento de fuerza.G1: entrenamiento personalizadoG2: entrenamiento no supervisado
El G1 mejoró en mayor medida la fuerza en las pruebas de 3RM en miembros inferiores y superiores. Ambos grupos mejoraron la potencia y velocidad por igual.
Con entrenador personal se gana más fuerza.
Faulkner et al. (2010)
Adolescentes sedentarios.
16 semanas de entrenamiento personalizado  ajustado a las preferencias personales
La cantidad de actividad física moderada-vigorosa aumentó. Cuanto más tiempo de actividad diaria mayores mejoras de la capacidad cardiorrespiratoria.
Un entrenamiento personalizado, ajustado a las preferencias personales y actuando sobre el entorno familiar, aumenta la adherencia al ejercicio.
Faulkner et al. (2014)
39 adolescentes con diabetes tipo I, tipo II y obesos14 ± 2 años.
16 semanas de entrenamiento personalizado ajustado a las preferencias personales
La cantidad de actividad física moderada a vigoroso aumentó aunque no llegó a los 60 minutos diarios recomendados
Un entrenamiento personalizado, ajustado a las preferencias personales y actuando sobre el entorno familiar, aumenta la adherencia al ejercicio.
Maloof et al. (2000)
17 sujetos.18-65 años.
6 semanas de entrenamientoG1: entrenamiento personalG2: entrenamiento en grupo con poca supervisión
El G1 mejoró la fuerza en mayor medida que G2.
Con entrenador personal se gana más fuerza.
Mazetti et al. (2000)
20 hombres.25 ± 1 año.
12 semanas de entrenamiento de fuerza.G1: entrenamiento personalG2: entrenamiento no supervisado
El G1 aumentó más la carga utilizada para entrenar, mejoró en mayor medida la fuerza y aumentó más la masa muscular que G2.
Con entrenador personal se gana más fuerza y masa muscular.
McClaran (2002)
129 sujetos.20-65 años.
10 semanas de entrenamiento personal
Se evaluó la etapa en la que se encontraban los sujetos en los 5 diferentes estadíos del modelo transteórico de las etapas de cambio.  74 sujetos subieron 1 o 2 estadíos, 27 sujetos se mantuvieron (ya que no tenían más estadíos arriba) y solamente 1 sujeto bajó de puesto.
Un entrenador personal aumenta la adherencia al ejercicio.
Ratamess et al. (2006)
46 mujeres entrenadas.27 ± 7 años.
3 meses de entrenamiento de fuerzaG1: entrenamiento personalizadoG2: entrenamiento no supervisado
Las mujeres del G1 auto-seleccionaron un peso absoluto y relativo (a 1RM) mayor para poder completar 10 repeticiones que G2. Las mujeres del G1 tenían más fuerza y eran menos propensas a creer en el falso mito de que el entrenamiento de fuerza podría generarles “cuerpos de hombres”.
Con entrenador personal se gana más fuerza y se ajusta mejor la carga de entrenamiento en los entrenamientos sin entrenador, con carga auto-seleccionada.
Storer et al. (2014)
34 hombres.30-44 años.
12 semanas de entrenamiento 3 veces/semanaG1: entrenamiento personalizadoG2: entrenamiento no supervisado
El G1 mejoró la fuerza, la y aumentó masa muscular en mayor medida que G2. Además, G1 mejoró la potencia y el VO2max mientras que G2 no cambió.Antropometría medida con DEXA.
Con entrenador personal se gana más fuerza, masa muscular, potencia y capacidad cardiorrespiratoria.
Wing et al. (1996)
35 sujetos.40 ± 8 años.
24 semanas de entrenamiento (andar 3v/s) + dieta (1000-1200kcal/dia)G1: con entrenador personalG2: por libre
La adherencia al programa fue la misma en ambos grupos y ambos perdieron grasa por igual. Es posible que al hacerse una dieta muy estricta, el efecto del ejercicio se vea diluido.
Un entrenador personal no genera mayor adherencia al ejercicio.

Biliografía:
Artículo escrito por Dr. Sebastien Borreani:

American College of Sports Medicine (2011). American College of Sports Medicine position stand. Quantity and quality of exercise for developing and maintaining cardiorespiratory, musculoskeletal, and neuromotor fitness in apparently healthy adults: guidance for prescribing exercise. Medicine and Science in Sports and Exercise, 43, 1334-1359.
Byrne NM, Meerkin JD, Laukkanen R, Ross R, Fogelholm M, Hills AP. (2006). Weight loss strategies for obese adults: personalized weight management program vs. standard care. Obesity, 14:1777-1788.
Coutts AJ, Murphy AJ, Dascombe BJ. (2004). Effect of direct supervision of a strength coach on measures of muscular strength and power in young rugby league players. J Strength Cond Res, 18:316-23.
Faulkner MS, Michaliszyn SF, Hepworth JT. (2010). A personalized approach to exercise promotion in adolescents with type 1 diabetes. Pediatric Diabetes, 11:166–174.
Faulkner MS, Michaliszyn SF, Hepworth JT, Wheeler MD. (2014). Personalized Exercise for Adolescents With Diabetes or Obesity. Biological Research for Nursing, 16:46-54.
Mazzetti SA, Kraemer WJ, Volek JS, Duncan ND, Ratamess NA, Gómez AL, Newton RU, Häkkinen K, Fleck SJ. (2000). The influence of direct supervision of resistance training on strength performance. Med Sci Sports Exerc, 32:1175-84.
Maloof RM, Zabik RM, Dawson ML. (2001). The effect of use of a personal trainer on improvement of health related fitness for adults. Med Sci Sports Exerc, 33:s74.
McClaran. (2002). The effectiveness of personal training on changing attitudes towards physical activity.Journal of Sports Science and Medicine, 2:10-14.
Melton D, Katula JA, Mustian KM. (2008). The Current State of Personal Training: an Industry Perspective of Personal Trainers in a Small Southeast Community. J Strength Cond Res, 22:883–889.
Ratamess NA, Faigenbaum AD, Hoffman JR, Kang J. (2008). Self-selected resistance training intensity in healthy women: the influence of a personal trainer. J Strength Cond Res, 22:103-111.
Storer TW, Dolezal BA, Berenc MN, Timmins JE, Cooper CB. (2014). Effect of supervised, periodized exercise training vs. self-directed training on lean body mass and other fitness variables in health club members. J Strength Cond Res, 28:1995-2006
Vina J, Sanchis-Gomar F, Martinez-Bello V, Gomez-Cabrera MC. (2012). Exercise acts as a drug; the pharmacological benefits of exercise. British Journal of Pharmacology, 167:1-12.
Wing RR, Jeffery RW, Pronk N, Hellerstedt WL. (1996). Effects of a Personal Trainer and Financial Incentives on Exercise Adherence in Overweight Women in a Behavioral Weight Loss Program. Obes Res, 4:457-462

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