lunes, 3 de marzo de 2014

LESIÓN DE LOS ISQUIOSURALES

La musculatura isquiosural es el grupo muscular que más lesiones presenta en la práctica del deporte a causa de su anatomía característica y por el hecho de que participa en la carrera y en múltiples gestos deportivos de forma excéntrica. El conocimiento del mecanismo de lesión, ya sea por hiperestiramiento o por mecanismo excéntrico de alta velocidad, y su localización exacta son imprescindibles para un tratamiento adecuado. Tras la sospecha de alta velocidad, y su localización exacta son imprescindibles para un tratamiento adecuado. Tras la sospecha clínica, las pruebas diagnósticadas de elección son la ecografía para los casos habituales y la resonancia magnética para lesiones más graves o en deportistas de élite. El tipo de lesión y su localización anatómica permiten planificar el tratamiento de manera individual, pero, además, más importante si cabe, permite evaluar el pronóstico y la evolución.

Los isquiosurales están formados por el bíceps femoral que posee dos cabezas (larga y corta), el semitendinoso y el semimembranoso. 

La cabeza larga del bíceps femoral posee amplias expansiones aponeuróticas a nivel proximal y a nivel distal. Es el denominado tendón común (o tendón intramuscular), donde se asienta la mayoría de las lesiones musculotendinosas.

Los isquisurales participan en la carrera y en múltiples gestos deportivos en forma excéntrica. Habitualmente, el mecanismo productor de la lesión está condicionado por la colocación de la cadera en flexión y la rodilla en extensión.

Existen dos mecanismos de lesión que traducen distintos tipos de lesión: 

Por un lado, el mecanismo de contracción excéntrica dinámica, que es frecuente en situaciones de carrera mantenida o en cambios de ritmo cuando el músculo se estira realizando una contracción excéntrica de control de la extensión. Se observa en deportes de alta  velocidad. (son lesiones alejadas de su inserción). El músculo implicado suele ser la cabeza larga del bíceps femoral y también el semitendinoso, a la altura de la aponeurosis y sus fibras musculares adyacentes (tendón común). Esta lesión conlleva al edema.

Por otro lado, está el mecanismo de hiperestiramiento. Está ampliamente descrita en actividades en que se efectúan estiramientos mantenidos y en situaciones accidentales o inhabituales, como realizar un chute al aire que condiciona la hiperextensión forzada de la extremidad. Por tanto, se observa en bailarines o en deportes en que se chuta. Son lesiones que se sitúan cerca de la inserción y con un alto componente tendinoso o musculotendinoso. La estructura implicada suele ser el semimembranoso en su parte tendinosa. Esta lesión conlleva menor edema que la anterior y es de menos longitud.

Una de las peores lesiones de los isquiosurales, es la lesion en cremallera, se trata de una lesión mixta, de las cabezas larga y corta del bíceps femoral. La cabeza larga del bíceps femoral está inervada por el componente tibial del nervio ciático y la cabeza baja del bíceps femoral lo está por el componente peroneo o, en ocasiones, por el nervio peroneo común directamente. Quizá, debido a ello, estas lesiones presentan una alta tasa de recidivas, por lo que esta lesión es conocida como lesión en cremallera.

Su tratamiento está encaminado a la estabilización cicatricial, primero, y a la realización de estiramientos activos muy analíticos en la zona: en rotación neutra o interna de la pierna para la cabeza corta del bíceps femoral y en rotación externa máxima para la cabeza larga del bíceps femoral. 5 semanas de recuperación.

Curso Universitario de Lesiones Musculares. Universidad de Barcelona. Ed: Panamericana.

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