miércoles, 29 de enero de 2014

¿ES EFECTIVA LA L-CARNITINA?


La canitona o 3-hidroxi-4-trimetilaminobutirato (conocida también como L-carnitina o levocarnitina, debido a que en estado natural es un estereoisómero L) es una amina sintetizada en el hígado, los riñones y el cerebro a partir de dos aminoácidos esenciale, la lisina y la metionina. En ocasiones se la ha confundido con el ácido fólico (vitamina B9). La carnitina es responsable del tranporte de ácidos grasos al interior de las mitocondrias, orgánulos celulares encargados de la producción de energía. 

La carnitina es una molécula endógena, sintetizada por el organismo a partir de los aminoácidos L-lisina y L-metionina. Estos aminoácidos pueden ser aportados en la dieta a través de alimentos como carne de vacuno, cordero, aves, pescados, huevos o leche. Es decir, a través de alimentos proteicos el cuerpo recibe dichos aminoácidos y es capaz de sintetizar carnitina. Su efecto, de forma simplista, consiste en actuar como lanzadera de los ácidos grasos a las mitocondrias de las células, donde se oxidan y proporcionan al músculo la energía necesaria para contraerse.
Una analogía para hacer más comprensible esto, sería como una noche donde hay muchas personas de fiesta (ácidos grasos) que se disponen a entrar a una discoteca (mitocondria). Dichas personas (ácidos grasos) se encuentran con un relaciones públicas (carnitina) que les cuela rápidamente a la discoteca (mitocondria) para que entren y así los jefazos de la discoteca (músculos) obtengan beneficios (la producción de energía).Vista esta esencial función, puede parecer obvio que si conseguimos más carnitina en las células musculares conseguiremos unas mayores tasas de oxidación de ácidos grasos. Con esta teoría, las empresas empezaron a comercializar L-carnitina como potencial suplemento quema grasa.

El problema es que la ingestión de L-carnitina en forma de suplemento, incluso en dosis exageradamente altas, no produce un incremento en la concentración intramuscular. Es decir, no aumenta la concentración de carnitina en las células musculares y por tanto no puede esperarse que tenga ningún efecto sobre el metabolismo de las grasas. Tal es así, que la gran mayoría de estudios rigurosos no han observado ningún efecto en la quema de grasa ni la pérdida de peso con su utilización.
Lo cierto es que fisiólogos y dietistas-nutricionistas deportivos ya perdieron hace tiempo su confianza en este suplemento porque no hay una evidencia sólida que demuestre que su utilización favorezca la pérdida de grasa. Sin embargo, sigue siendo uno de los suplementos más utilizados por los deportistas para afinar y reducir su grasa corporal. Buena parte de culpa de esto pueden tenerla las casas comerciales y su agresivo marketing.
También se ha especulado sobre su uso como ayuda ergogénica puesto que, teóricamente, al favorecer la oxidación de grasas durante el ejercicio se ayudaría a ahorrar glucógeno muscular. Esto podría ser interesante en ejercicios de larga duración donde el factor limitante es el agotamiento de glucógeno ya que retrasaría ese vaciado y pospondría la fatiga. No obstante, las investigaciones rigurosas han demostrado que la suplementación con carnitina no mejora la oxidación de grasas in vivo y por tanto no previene el vaciamiento de glucógeno ni pospone la fatiga asociada (Heinonen, 1996)

El efecto placebo:

 No obstante, en el aspecto psicológico la suplementación con carnitina sí puede ofrecer cierta ayuda debido al efecto placebo. Porque hay gente que necesita creer en algo y su uso puede motivarles a realizar más ejercicio físico. Es decir, la ayuda que puede brindar es aquella que nos incita a que pensemos algo como: “ya que me he tomado el suplemento de L-carnitina voy a aprovechar y saco 20 minutos más de bici“. Siendo así, lo que es seguro es que el modo más efectivo para incrementar la oxidación de las grasas es a través del ejercicio físico.

Efectos secundarios:
La L-carnitina podría promover la aterosclerosis -endurecimiento o la obstrucción de las arterias-, según una investigación realizada por investigadores de la Clínica Cleveland (EE.UU.) publicada por Nature Medicine. Dicho estudio muestra que las bacterias que residen en el tracto digestivo humano metabolizan la L-carnitina, convirtiéndolo en trimetilamina-N-óxido (TMAO), un metabolito que está vinculado desde 2011 con el desarrollo de la aterosclerosis en seres humanos. La investigación también muestra que una dieta alta en L-carnitina promueve el crecimiento de las bacterias que la metabolizan, lo que agrava el problema al producir aún más cantidades de TMAO que terminan por obstruir las arterias y desencadenar la enfermedad cardiovascular.
No existen restricciones para su consumo durante el embarazo y la lactancia, ya que esta es una sustancia natural, cuya demanda se incrementa durante el embarazo y además, forma parte de la leche humana. Tampoco se han registrado alteraciones fetales.
Se han realizado estudios con dosis altas de L-carnitina, 15 g/día, sin registrarse mutagénesis, teratogénesis ni carcinogénesis.
La L-carnitina se puede tomar por vía oral y parenteral (intramuscular o intravenosa). La dosis habitual es de 50-100 mg/kg/día, tanto en niños como en adultos, distribuida en 2 o 3 tomas por día.
Según la información médica actual, los efectos secundarios de la L-carnitina no son significativos y con el control médico adecuado puede ser útil para bajar de peso, sobre todo si se tiene un déficit de levocarnitina.Vital para la disfunción eréctil.
Sin embargo, recuerda que debes consultar a tu médico antes de consumir éste o cualquier otro suplemento dietético.
Hipersensibilidad a algunos de sus componentes. Náuseas. Mareo. Vómitos. Hiperhidrosis. Síntomas parecidos a la miastenia. Para contrarrestar estos efectos adversos se aconseja tomar la L-carnitina con las comidas.
Referencias Bibliográfica:

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