Una de las mayores causas
de la diástasis es el embarazo, ya que éste provoca una gran distensión en los
tejidos para darle espacio al bebé. Pero, ¿qué es la diástasis abdominal? ¿cómo
se produce? ¿Qué soluciones hay para corregirlo?
¿Qué es la Diástasis abdominal?
La Diástasis abdominal es la separación de los músculos rectos del
abdomen produciendo una apertura en la línea central de éste. Estos
músculos discurren por cada lado del abdomen y se unen entre sí mediante tejido
conjuntivo fibroso o lo que llamamos Línea Alba.
¿Cómo se origina?
Los aumentos excesivos de presión en la cavidad
abdominal junto con aumentos de peso, grandes esfuerzos mantenidos o continuos,
pueden provocar que la línea alba se dañe al no soportar la tensión a la
que se ve sometida.
Una de las mayores causas de la diástasis es el
embarazo, ya que éste provoca una gran distensión en los tejidos para darle
espacio al bebé. Además en el embarazo se produce un gran cambio hormonal,
aumentándose la concentración de hormonas como la relaxina, elastina,
progesterona y estrógenos. Estas hormonas alteran la composición del colágeno,
haciendo que se debilite el tejido conectivo que une los rectos. Se trata de
una respuesta fisiológica natural del cuerpo para adaptarse a los cambios que
genera el crecimiento del bebé. De hecho, el 66% de las embarazadas tiene
diástasis en el último trimestre.
Después del embarazo la musculatura debería volver a su estado natural, pero a
veces no sucedes así, el tono de la musculatura no es igual que antes e
incluso, esta separación de los rectos puede mantenerse, provocando otras
alteraciones.
Un parto complicado con muchas horas de pujo también puede provocar
lesión en este tejido. Otros factores predisponentes podrían ser,
embarazos múltiples, baja forma de la madre con falta de tono, bebés de mucho
peso, cesáreas…
También puede darse por otras causas, como esfuerzos excesivos;
estreñimiento, mala práctica deportiva, aumento significativo de peso o
cirugias. La diástasis no es un problema exclusivo de mujeres, también los
hombres pueden padecerla.
Efectos o alteraciones que provoca:
A nivel estético el vientre presenta un aspecto
flácido y descolgado. Los músculos profundos del abdomen no pueden
sujetar los órganos y éstos se proyectan hacia delante,
aparentando un falso embarazo. Es frecuente que durante los esfuerzos las
vísceras, al no ser contenidas por la pared abdominal, protuyan hacia fuera,
creando un abultamiento.
Las consecuencias de esta alteración también se hacen
notables desde el punto de vista de la salud. Existe una alta relación
entre la diástasis y los problemas de suelo pélvico. La falta de tono de la
musculatura crea un cambio en la disposición de las vísceras y en la
dinámica postural, lo que puede generar problemas digestivos,
inestabilidad en la zona y dolor lumbar.
Valoración para reconocer una Diástasis:
Aunque existen otros métodos de diagnóstico, como los Ultrasonidos y
el Caliper (Instrumento de medición de la separación de los
músculos), lo más habitual, es la Palpación. Se realiza el siguiente test
de valoración:
La persona se coloca bocarriba con las piernas flexionadas, una mano detrás de
la cabeza y la otra con las yemas tocando el ombligo, en el caso de que sea uno
mismo quién se realice el test.
Con el abdomen relajado se presiona suavemente con los dedos.
Se levanta la cabeza asegurándose de que las costillas se acercan a la pelvis.
Mover los dedos hacia arriba y hacia abajo para encontrar los rectos y
observar la separación por encima y por debajo del ombligo.
El resultado es positivo, si la distancia entre ambos
músculos es superior a 2,5 centímetros.
Además puede sobresalir un bulto a lo largo de la
línea central del vientre. Siempre es mejor que esta prueba la realice un
profesional para evitar falsos positivos y porque también nos podrá indicar
cuánto está dañado el tejido.
Precauciones y ejercicios no recomendados:
Hay que evitar todo lo que cree presión en el
abdomen, levantar pesos, estreñimiento, esfuerzos de la vida
diaria como por ejemplo levantarse de la cama sin girarse de costado
o toser sin sujetar el vientre. Así mismo, están contraindicados algunos
ejercicios como lastorsiones de tronco donde se llevan a la vez los
brazos hacia arriba, posturas de yoga que estiran en exceso el abdomen y los
abdominales convencionales, ya que estos trabajan los músculos más
superficiales y no los profundos que son los que nos interesan. Además crean
más presión en la cavidad abdominal y empeoran la separación de los rectos y la
recuperación del suelo pélvico.
En este gráfico, vemos lo que sucede en nuestro cuerpo en un abdominal clásico
en contraposición con un abdominal Hipopresivo.
Soluciones:
La Gimnasia abdominal Hipopresiva es
la técnica más eficaz para trabajar el tono de la musculatura y para ayudar en
la aproximación de los rectos. Los expertos afirman que este tipo de
ejercicios son los más efectivos para reducir la diástasis. De hecho, la
realización de este tipo de gimnasia está recomendada por la Asociación
española de Fisioterapeutas en el postaparto inmediato y tardío, por sus
beneficios en la recuperación de la faja abdominal y suelo pélvico. Quintana,
un entrenador experto en Hipopresivos, comprobó los efectos de la gimnasia
abdominal hipopresiva en una muestra de 44 mujeres con diástasis, que
realizaron un entrenamiento de una vez a la semana durante 3 meses, con el
resultado de una disminución de la distancia de los músculos 1,1 cm.
Además, la gimnasia abdominal hipopresiva se puede
combinar con otras técnicas como la Electroestimulación muscular, utilizando
programas de reforzamiento.
También es interesante complementar el programa de ejercicios, con ejercicios
de fortalecimiento del transverso del abdomen. Una de estas técnicas
es la técnica Tupler, desarrollada por la enfermera y
entrenadora personal Julie Tupler, que es una alternativa a la gimnasia
abdominal tradicional y fue diseñada para corregir la Diástasis. Consiste en
unos ejercicios que combinan la respiración profunda, con la contracción y
elevación de los músculos. Son ejercicios en los que se trabaja la
fuerza, porque contraemos los músculos de forma voluntaria. Os dejo como
ejemplo, uno de los ejercicios de esta técnica, extraído de
www.formafisicapostparto.com
Elevadores (ascensores) con el
Transverso del abdomen
Imaginamos que la abdominal es un ascensor que funciona de forma horizontal
En la planta 1 la abdominal está relajada. Si pudieses
mover la abdominal hacia atrás para que tocase la columna, sería la planta 5. Y
la planta 6 es la máxima contracción, provocando una sensación donde el ombligo
traspasa la columna.
Uno de los mejores momentos para hacer esta técnica en un principio es estar
sentada cuando estás dando pecho o dando el biberón al bebe. Así cada vez que
le das de comer recordarás de realizar dicho ejercicio.
Encuentra una silla firme que te ayude a
apoyar la espalda y las piernas, haciendo una forma de L. Si es necesario, pon
un taburete bajo los pies.
Si lo haces con el bebe, intenta soportar tus
brazos y el bebé encima de cojines (situados en tus piernas)
Coge aire de estómago y relaja/expande la
abdominal hasta la planta 1
Cuando exhales, llevar la barriga a la planta
5, imaginando que las costillas se acercan
Aguanta en esta posición durante 30 segundos
mientras respiras
Ahora, vas a hacer 5 pequeñas contracciones
máximas desde la planta 5 hasta la planta 6 (cada una es solo un momento)
Acaba con una respiración abdominal
Se recomienda hacer 10 repeticiones del este ejercicio
completo cada día
Así mismo, existen algunas fajas especiales
para la diástasis abdominal. El peligro del uso de fajas podría ser
que la musculatura se acostumbrara a la sujeción que ofrece la faja y se
acabara atrofiando por no ejercitarse. Es por eso que los expertos que
comercializan estas fajas lo hacen conjuntamente con un programa específico de
entrenamiento, en el que se trabajan las técnicas mencionadas anteriormente;
gimnasia Abdominal hipopresiva, y entrenamiento del transverso, junto con
una serie de recomendaciones para la vida diaria. Además, estas fajas han sido
diseñadas expresamente para problemas de Diástasis, con el fin de ayudar a
aproximar los músculos y que el tejido central dañado pueda cicatrizar. No son
fajas comunes de sostén.
Por último, se podría recurrir a la cirugía.
Antes de considerar la intervención quirúrgica como solución a la diástasis se
debería aprovechar al máximo, la fisioterapia. Así lo afirman, los expertos en
recuperación postparto de EEUU y Cánada. La abdominoplastia no es una medida
sencilla, ni rápida y debería reservarse sólo para casos severos. Además en la
mayor parte de los casos se engloba dentro de la cirugia estética, no
cubriéndola la seguridad social. Según la fisioterapeuta especializada en la
faja pélvica, Diana Lee, las condiciones por las que se debería recurrir a
la cirugía son:
Si no se avanza tras el programa de recuperación
del especialista.
Si existe dolor al hacer funcionar los músculos
del abdomen correctamente.
Si se continua con problemas de incontinencia.
Si se tiene un daño de estiramiento notable en
la pared del abdomen asociado a la diástasis.
Aun así, antes y después de la intervención, se
debería realizar un programa de entrenamiento con las técnicas que hemos
indicado, para asegurar una buena recuperación de la musculatura y del tejido.
Es importante destacar la importancia de la prevención.
Es aconsejable para cualquier persona cuidar su abdomen y su suelo pélvico, más
aún si se prevee que estos músculos van a a ser sometidos a una situación de
tensión y estiramiento, como es el caso del embarazo. Recurrir a un profesional
que elabore un plan de ejercicios adecuados en el embarazo y posteriormente,
realizar un buen programa de recuperación postparto, en el que esté incluída la
gimnasia abdominal hipopresiva, podría ayudar a resolver o evitar la mayoría de
este tipo de afecciones.
Fuentes Biliográficas:
http://clasesconbebesygimnasiahipopresiva.blogspot.com.es/2014/06/soluciones-para-la-diastasis-abdominal.html?spref=fb